domingo, 13 de junio de 2010

Liga logra victoria en casa

Es un estadio con capacidad para 55.104 personas, con una pantalla gigante y una organización regularmente buena. Allí, en la cancha, se encuentran calentando los 11 jugadores de Liga. De repente, se escuchan siseos por parte de la hinchada -muerte blanca- en contra del equipo visitante, Universidad Católica, que ingresa a la cancha.

Con una bandera blanca (liga), una gorra roja y unos pequeños zapatos azules, José Antonio Aguilar, un niño de cinco años, entra apresurado con su padre de la mano. A siete minutos para que comience el partido, llegan en grupo los seguidores de la U. Católica. En seguida, los de la hinchada contraria reaccionan y con cantos tratan de opacar la presencia de los celestes.

Por su parte, Mario Ponce, abre el periódico y explica en voz alta las posibilidades de que su equipo, U. Católica, pueda ganar puntos en el partido. “Desde que cambiaron al entrenador, los jugadores se sienten más seguros. Cada día, el equipo juega mejor y lo importante es que la Católica está sacando buenos jugadores”, asegura Ponce.

Los jugadores de ambos equipos se ubican en la cancha, el árbitro mira el reloj y señala que comienza el partido. El estadio no está lleno, pero las voces aún así se pueden escuchar, a lo lejos se puede ver una pancarta colgada al sur de la malla “Traigan vino, copas sobran”.

Los albos buscan llegar al arco de Mora, cada ataque ofensivo provoca en su hinchada una serie de emociones. Han pasado 10 minutos y Christian Lara desde el borde derecho del área celeste anota el primer gol.

Carlos Espínola, jugador de liga, se levanta y aplaude el gol con gran alegría desde Palco, acompañado por su esposa e hijos. El partido anterior (contra el Cuenca) fue sancionado, por ésta razón, acompaña a su equipo desde el público. “Es más sufrido ver el partido desde afuera, pues ves lo que puede pasar y no puedes hacer nada. Pero hay buenos jugadores que pueden sacar adelante el partido que proponemos hoy”, agrega Espínola.

Sin embargo, el equipo celeste genera acciones ofensivas que van llegando al arco de Domínguez. Con un cabezazo, Omar Guerra, logra empatar el partido. Los seguidores de la U. Católica festejan el gol con gran entusiasmo. Martín Holguín, canta a su equipo mientras escucha en su pequeña radio gris los comentarios sobre el gol del empate. “Con este punto de visitantes podemos ganar mucho en la tabla de posiciones”, afirma el hincha celeste.

Llega el fin de los primeros 45 minutos. José Antonio Aguilar juega con la bandera de su equipo, “Yo te daré, te daré liga hermosa, te daré una cosa…” el canta mientras que su padre, Marco, discute con los demás hinchas sobre los cambios que debería considerar Gonzalo Sandoval, sustituto de Eduardo Bauza por suspensión.

Los jugadores están nuevamente en la cancha, un poco inquietos, piden al árbitro que comience los últimos 45 minutos. El equipo visitante está acorralado por los dueños de casa, según Pablo Quiñones. “Liga está jugando mejor, solo nos falta el gol y podremos asegurar los tres puntos que necesitamos para seguir en la lucha del campeonato”, dice Quiñones.

Los celestes tratan de llegar al arco de Domínguez, a punto de adelantarse al marcador con un remate en el horizontal, casi sorprenden al arquero de liga. “Es increíble cómo se está salvando liga, nos merecemos ese gol”, expresa Holguín.

Después de pocos minutos liga está atacando persistentemente el arco contrario. Juan Manuel Salgueiro remata, pero Mora alcanza a tapar, sin embargo, descuida el balón y Franklin Salas aprovecha el error y marca el gol que le da la victoria a liga.

Nuevamente Espínola se levanta para festejar a su equipo. La hinchada alba no deja de cantar y aplaudir el desempeño de su equipo, mientras que los celestes permanecen callados, “Es un gol con suerte, Católica estaba jugando bien”, afirma Ponce. El árbitro mira el reloj y da por terminado el partido.

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