domingo, 30 de mayo de 2010

“Libertad mi derecho, Ser libre mi Conquista”

Un día más ha llegado, no quiero levantarme. Sinceramente no sé de qué sirve ver la luz del sol, si estoy encerrado en una nube negra que parece eterna. Me da igual lo que pase hoy, siempre es igual, siempre es la misma basura, las mismas caras farsantes.




Me da fastidio solo pensar que tendré que pasar otro día más aquí, que tendré que sentarme en la misma silla, dura y fría. No hay esperanza…cometí un error y lo estoy pagando muy caro. Estar encerrado entre cuatro paredes no es fácil, sentir que la soledad es tu amiga, sentir que estoy enclaustrado por mi sombra, solo hacen de mi día un martirio más.



Aparentemente no hay salida, mi vida ya no tiene sentido, no encuentro razones para seguir vivo, pero pensándolo bien para qué quiero encontrar una razón para vivir, si ésta sociedad desea que yo desaparezca, sería como quitarles un espino de sus manos, ellos no me necesitan…



Sin embargo puede existir una luz al final del túnel, cuando menos lo pensaba, miro aparecer una mano amiga, alguien entiende mi sufrimiento, alguien cree en mí, alguien tiene algo para decirme…mis emociones, mis derechos tal vez no estén perdidos como parezca, mi vida puede dar un giro…



Caminando hacia las habitaciones del Virgilio Guerrero me doy cuenta que soy un chico con suerte ¡Qué suerte tengo de estar vivo! Me quedo sentado en el corredor e imágenes empiezan a correr por mi mente, no lo puedo creer cuántas veces he estado cerca de la muerte, y si estuviese aún en las calles quién sabe si la muerte ya me hubiese encontrado.



Recuerdo el día que llegue a este lugar, fue día indiferente, un día gris. No me di cuenta que ese día era una nueva oportunidad, para una nueva vida, no siempre para todos la vida empieza el día en el que naces, ¡para mí no!, pues las condiciones de mi “hogar”, si así se le puede llamar, no eran muy favorables, para un niño que día a día tiene que buscar cómo jugarle al hambre. No me justifico, ya que eso es lo que todo el mundo hace “justificarse” y obviamente no ha funcionado. Solo sé que para mí la vida empezó el día que yo llegue al Virgilio Guerrero



Sentado en el corredor me di cuenta que se me había dado una nueva oportunidad y la verdad no la estaba aprovechando, me di cuenta que Dios estaba cerca de mí y que siempre lo estuvo, ya que de la muerte muchas veces me libró y hoy me da una razón para vivir y un propósito por el cual luchar.



Siendo negativo no gano nada, solo percibiendo la porquería de mundo en el que nos hallamos y no viendo lo profundo y puro que aún puede existir, en el fondo de un alma, esto es lo que llena de vida y luz tu camino, buscando esa luz que sólo en Dios la podemos encontrar. Aunque la vida sea oscura, aunque la noche sea larga, aunque pensemos que Dios de nosotros se ha olvidado… Lo que hoy sé es que él de mí ¡no se ha olvidado!

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