Niños de la Calle, ¿Mendicidad o Explotación Laboral?

Trabajo infantil en el Ecuador

El posicionamiento de los derechos de los niños en los años 90s y el agravamiento que se ha observado en los últimos años, han puesto en el centro de diversas preocupaciones muchos problemas críticos de la niñez y la adolescencia, uno de ellos, el trabajo a temprana edad.

Como aspectos generales del trabajo infantil, podemos presentar dos corrientes de opinión que ubican al trabajo infantil como una actividad que favorece o perjudica al desarrollo de los niños.

Según el Municipio de Quito, muchas personas que se vinculan al derecho de protección contra la explotación laboral y económica, asumen que el trabajo infantil niega el derecho a ser niño. Pues la falta de madurez y desarrollo lo sitúan en condiciones de alta vulnerabilidad frente a las responsabilidades y riesgos del trabajo, provocando continuas y sistemáticas violaciones de sus derechos.

Existen trabajos formativos con amparo legal en los que predomina el aprendizaje sobre lo productivo, y como consecuencia el niño o el adolescente adquiere determinados conocimientos y destrezas que le otorgan las habilidades suficientes como para desenvolverse de manera adecuada en una responsabilidad laboral.

Existen también determinados trabajos y ocupaciones ligeros que ocupan secundariamente el tiempo del niño, esto se realiza en condiciones aceptables, generalmente en el ámbito de protección familiar. Pero en ambos casos la preocupación formativa y educativa está presente en estas actividades, en donde también se busca un beneficio económico para el niño o la familia.

El trabajo infantil es un mecanismo de exclusión social que reafirma la vulnerabilidad de los grupos sociales a los que pertenecen, entendiendo este proceso como un mecanismo de segmentación social que aleja a los niños de la pasividad de acceso a servicios mínimos, al mercado ocupacional y de mano de obra, acceso al conocimiento y ejercicio de derechos, y por esto limita al niño toda la posibilidad de ingreso en la participación social y política.

De igual manera, el trabajo infantil es escasamente compatible con la educación y la formación profesional, ya que generalmente la jornada laboral es extensa, y dificulta la regularidad en la asistencia a clases, el rendimiento académico no es óptimo y no tienen un aprendizaje efectivo, y esto en un futuro limitará la preparación y las competencias laborales del niño o joven.

El trabajo infantil limita la posibilidad de ser niño, pues genera conductas de personas adultas en los menores de edad y aleja a las actividades educativas y de socialización.

La mayoría de estos niños no alcanzan a terminar la escuela primaria, eso produce que se les cierren las oportunidades educativas y formativas, quedando así en desventaja frente a las personas que tienen una formación normal.

El trabajo infantil también afecta a jóvenes mayores, pues perjudica la posibilidad de empleo del adulto, desplazando su contratación, por costo laboral, agravando el desempleo y el subempleo de los mayores de 18 años.

El trabajo de los niños esta provocado por diversos factores:

• Factores Directos: elementos vinculados con el trabajo infantil o sus causas generadoras.

1. Pobreza: es la causa más relevante, sin embargo no todos los niños pobres trabajan, ni siquiera todos los que son indigentes. La pobreza es una causa necesaria pero no es suficiente para explicar el trabajo infantil.

2. Demanda de mano de obra infantil: La formación estadística del INEC, muestra una intensa demanda directa o indirecta de mano de obra infantil en casi todos los sectores de la economía.

3. Sociedad y Cultura: son un conjunto de valores, prácticas y creencias de un grupo social determinado que favorecen al trabajo infantil.

• Factores Indirectos: Causas que inciden en la generación del trabajo infantil.

1. Sistema educativo: debido a su baja calidad o problemas de acceso a la escuela, la institución pública no logra mantener en el proceso educativo a niños de sectores populares.

2. Políticas Públicas: La escasa sostenibilidad o dispersión de actividades hacen que este prevalezca y se incremente.

3. El fenómeno migratorio: según las cifras de la UNICEF, alrededor de 404.000 niños viven en hogares en que uno de los miembros de la familia emigró al exterior en los últimos cinco años.

El trabajo infantil tanto por su magnitud como por su diversidad, es parte de la estructura económica del país. Representa el 22% de la PEA, y prácticamente está presente en todas las ramas de actividad y ocupaciones.

Niños de la calle en Ecuador

En el Ecuador son miles los niños y jóvenes que han hecho de la calle su segundo hogar.

Detrás del trabajo en las calles se esconde una realidad, la explotación laboral, materializada por los propios familiares de los infantes y redes de adultos.

Los pequeños no son solo obligados a mendigar, también se los involucra en actividades delincuenciales como robos, tráfico de drogas y explotación sexual.

Según la Teniente Mary Jiménez, miembro de Dinapen “en base a su actividad aprovechan las oportunidades, se meten a los salones y roban las pertenencias que se encuentran en las mesas, salen y entregan las pertenencias a sus padres que se encuentran a una o dos cuadras del lugar”.

La presencia de los menores en actos criminales es cada día mas frecuente. Por ejemplo, de acuerdo a las cifras de la organización internacional del trabajo cerca de 1 500 000 niños laboran en nuestro país. En el 2007, fueron detenidos 72 adolescentes por tráfico de drogas y a finales del 2008 se dieron aproximadamente 82 casos.

“Lo que hacen es utilizar a los niños para que realicen robos pequeños o menores, como celulares o carteras. Luego también hay otras personas que los utilizan para que transporten drogas” asegura la Teniente Jiménez.

De igual manera, son casi 20.000 niños en el país que al trabajar en las calles se encuentran en un peligro permanente, como la prostitución.

Carmen, una víctima de la explotación sexual, dice “mi papa, tomaba bastante alcohol, encima le pegaba a mi mama. Mi mama trato de evitar esto emigrando a España”. Carmen tenía 15 años cuando su madre emigró y debido a esto cayó en manos de la prostitución.

Verónica, de 16 años es otra víctima de explotación sexual “si no les llevas el dinero te dicen que no vales nada, que no sirves. Te encierran en el burdel, solo puedes salir cuando tienes las citas con los clientes”.

Cada vez son más los casos que se presentan por abuso de niñas menores de edad, que por desesperación o pobreza caen en las manos de la prostitución.

Silvia Barragán Presidenta de la Fundación Nuestros jóvenes dice “toda la dinámica parte de un factor importante, que es la pobreza, esto divide a la familia, y pone en riesgo y desamparo a niños y niñas generalmente a los 11 años, a los trece años ya entran en una explotación laboral y a los 15 ya se encuentran en explotación sexual”.

La fundación nuestros jóvenes, recibe cotidianamente a menores de edad que fueron víctimas de explotación laboral y sexual. Aquí les brindan orientación psicológica y les hablan de sus derechos.

Verónica García, junto a sus cuatro hijos buscan el sustento diario, ella se encuentra cargando a su bebe de nueve meses en brazos, mientras que sus tres hermanos, ofertan caramelos, hacen malabares y piden caridad.

“Al ver trabajar a mis hijos me deprimo, pero la pobreza nos obliga. Yo me siento mal cuando veo a mis hijos que se apegan a los carros a vender caramelos, me siento bien mal, los abrazo y me pongo a llorar con ellos” La madre de Verónica era alcohólica, fue la que la indujo a la mendicidad, muchas veces le tocaba dormir en la calle.

Según Wilson Flores, Dir. Patronato San José. En quito hay 4500 niños en las calles, de los cuales cada día se presentan denuncias por delitos menores.

Karina Herrera, Directora Fundación Amor y Esperanza, trabaja con más de 400 niños en riesgo. Menciona que diariamente se dan una serie de maltratos y violaciones a los niños, por lo que constantemente realizan denuncias al Dinapen. “existe una serie de pornografía infantil en los estudiantes, lo cual afecta gravemente al recato y pervierte al niño en su instinto sexual, la práctica constante de actos obscenos, invita al niño a meterse a un mundo de total corrupción” asegura.

Son muchos más casos que se presentan diariamente en nuestro país, casos impresionantes que hablan por sí solos con solo mirar las cifras alarmantes.

Situación del Trabajo Infantil

En el Ecuador existen 3.166.276 niños y niñas de 5 a 17 años de edad. De esta cifra se encuentran trabajando 789.070, lo cual significa que un 24% de la población por debajo de los 18 años se encuentra en una situación económicamente activa en el país.

Entre estos niños y niñas trabajadores de menos de 18 años, más de la mitad se encuentra, realizando labores agrícolas (444.515 niños y niñas, destacando el hecho que 207.921 tienen entre 6 y 11 años) comercio al por menor (82.386), servicio doméstico (28.208).

Según las regiones, la de mayor numero de niños y niñas trabajadores es la sierra (480.307), seguida de la costa (229.080) y la Amazonía (66.366).

Según el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, dice que “el trabajo como un derecho humano, conlleva la obligación de garantizar condiciones de dignidad, respeto y remuneración justa y su no cumplimiento da lugar a la explotación laboral. Las expresiones de la explotación laboral pueden ser múltiples, como el no pago de una remuneración legal, el no pago de horas extras, jornadas excesivas laborales, etc. Estas manifestaciones de la explotación laboral, dan lugar a figuras como el trabajo forzado, como aquella labor que realiza una persona bajo amenaza de una sanción o penalidad”.

Es aquí cuando debemos preguntarnos si los artículos a favor a la niñez se están cumpliendo, pues cada vez podemos observar como las calles se encuentran llenas de menores que juegan a ser malabaristas por unas pocas monedas, que la mayoría de veces no son ni para su propio gasto, sino que para sustentar las necesidades de sus padres o personas mayores que abusan de las condiciones de los niños.